"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo"

martes, 6 de marzo de 2012

No molestes mamá, estoy aprendiendo. Marc Prensky.




    El siguiente reportaje nos habla de la escuela en su situación actual, y de la necesidad de desmontar ésta visión.

    El dilema surge cuando hay que transportar  la escuela al momento en el que vivimos. Nuestra sociedad refleja una sociedad totalmente digitalizada, vivimos rodeados de tecnología y de puertas para adentro, la escuela parece no vivir acorde con el siglo XXI. 

    La tecnología forma parte del trabajo, de la vida del día a día, por ello tiene que ser también parte de la escuela.

    Marc Prensky propone introducir las Nuevas Tecnologías (videojuegos, redes sociales…) en las aulas como herramientas importantes en educación. Y es que los jóvenes deben desarrollar nuevas habilidades, las que les exige el tiempo actual y futuro, nuevas competencias que les permitan desenvolverse en entornos cambiantes y dinámicos.

    Reseña este autor las competencias digital, emocional, la de trabajar en equipo…

    Centrándonos en la competencia digital, nuestros alumnos de hoy en día, lo tienen bastante fácil, pues son nativos digitales, es decir, han nacido en un mundo ya digitalizado.

    Prensky propone los videojuegos como un arma tremendamente eficaz en la educación del presente siglo, con el objetivo de aprender sin aprender (con la práctica y la repetición). Propone, que lejos de estar llenos de aspectos negativos, sus beneficios son mucho mayores, ya que los videojuegos proponen problemas que encaminados a una solución, conllevan conflicto, competición, regla, disciplina, resultados y consecuencias; así como la importancia de que los niños pueden actuar con total libertad gracias al margen de error que ofrecen este tipo de juegos a la vez que obligan a asumir riesgos y retos.

    Señala también la importancia de adquirir unos valores y trabajar una motivación, y la posibilidad de hacerlo con esta potente herramienta.

    ¿Pero cómo se puede utilizar todo esto en las aulas? 

    Mientras que la escuela tradicional se rige por  las aulas uniformes, dirigidas y pautadas; la escuela a la que se aspira resuelve el problema de la atención a la diversidad, ya que se puede trabajar con varios alumnos y varias actividades simultáneamente. Además los alumnos pueden también dar rienda suelta a su creatividad con diseños y presentaciones propios. 

    Pero este cambio debe ser realista y por ello necesita un nuevo proyecto pedagógico de la aplicación de la tecnología en esa enseñanza individualizada, que dé a su vez respuesta a la teoría de las inteligencias múltiples.

    Por ello el deber de las escuelas debe ser en de motivar a los niños, despertar su interés, descubrir sus pasiones y prepararlos para un futuro desconocido. El papel del profesor se dividiría pues en el de guía, entrenador y compañero.


Bibliografía

"Redes nº 75" Eduardo Punset y Marc Prensky







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